jueves, 16 de septiembre de 2010

Memorias de un Héroe Caído I: Miedo

Creo que voy entendiéndote. O quizás sigo sin entender nada. Pero me he acordado de ti, Héroe, y creo que ya comprendo de qué hablabas cuando decías haberte caido al otro lado... Creo que ya sé lo que sentiste al darte cuenta de que la puerta no se abría desde fuera para permitir tu regreso.

Nunca antes tuve miedo a nada. Y mucho menos a estas verjas, ni al portón que flanquean. Siempre estuve seguro de poder atravesarlo a placer, de uno a otro lado, y abusé de mi privilegio, como burlándome de la Creación.
Pero, ahora que he perdido mis Llaves, me encuentro solo en un mundo que no es el mío y en el que no soy bienvenido. Me he encontrado con el miedo, y se ha reido de mí al verme llorar.

Ahora sí tengo miedo. Miedo a no encontrar de nuevo las llaves, miedo a que un cruel guionista cambie la cerradura, miedo a no poder romper el candado aun cuando, tú y yo juntos, en un intento vano y desesperado, embistamos contra el portón, poniendo en la carga el peso de todos nuestros sueños y esperanzas.

Siento pánico al pensar en que todo pueda quebrarse después del choque.
Me aterroriza la convicción de que nada quedará de nosotros tras el último intento.
Pero lo que no me deja dormir, es la seguridad de que tras nuestro fracaso, mucho tiempo después de estar muertos y llorados, cuando ya nadie sepa tocar nuestro requiem y el tiempo haya borrado de nuestras lápidas nombre y epitafio. Entonces nosotros seguiremos vivos, despojados de todo lo que una vez fuimos, castigados por ser demasiado humanos...


Ahora, divagando entre sollozos y pecados, me parece oir de nuevo tu voz:
«A veces, sin que nosotros queramos, las personas se separan de nosotros...»

Creo que voy entendiéndote.

1 comentario:

  1. Hablas de Miedo...

    No comprendo tu mensaje...quizá algún día, sí... o puede que nunca.

    No sé qué pasa por tu mente. No te voy a obligar a soltarlo... habrá que descubrirlo... No te puedo ayudar si no sé la causa de tu sufrimiento...
    Pero... te puedo decir cuál es el mío. Uno de mis Miedos, creo que el mayor.

    Eres... una de las Criaturas que más aprecio de este Mundo (y de todos mis Mundos). No sé lo que tienes, pero... ya sabes lo que eres para mí. Me duele cuando sufres, y más si no sé por qué. Te he echado en falta durante mucho tiempo,dolida en silencio. Y cuando veo que el fin de toda espera está cerca... ocurre esto. Yo sabía de unas Llaves... pero... ahora mismo estoy tan confusa que no entiendo nada.
    Esto... ha resultado ser como una astilla en un Corazón Blanco. Fuera de todo caparazón, estaba expuesto al más leve daño. Era inevitable, pero nunca pensé que llegaría tan pronto. Siempre suele ser dañado por su Ser más amado.

    ¿Mi miedo? Lo sabes. Perderte.
    Estoy dispuesta a todo por tal de que no desaparezcas. No te vayas. Sólo de imaginarlo... el Pequeño Dragón llora.
    En silencio...


    Mi Mago de la Luna. Mi Hermano. Mi Media Alma.
    Si supiera cómo fundirme contigo lo haría sin pensarlo. Sin reparar en las consecuencias... Quiero sentir lo que sientes, pensar lo que piensas. Quiero ser Tú. Que tú seas Yo.

    ¿Egoísta? Sí, ¿y qué? Ya iba siendo hora...




    Hermano... Luna...


    Te quiero... No lo olvides nunca.
    Nadie podrá igualar lo que siento por tí... Porque su amor... Siempre será distinto al mío.





    Por tí... Para siempre...


    Tu Hermana. Tu Sol...



    “...Y las voces de Uno, que son Dos, lloraron a una sola Alma...”

    ResponderEliminar