miércoles, 27 de octubre de 2010
domingo, 24 de octubre de 2010
Memorias de un Héroe Caído VI: Jaque y Resurrección.
Observad con detenimiento. Paso un tiempo fuera y a mi regreso me encuentro con que todo ha cambiado. ¡Está destrozado lo que una vez fue mio! ... y me temo que no sólo el tiempo ha tomado parte en la barbarie.
¡¡Vuelva todo a la Nada!!
...
...y todos vuelvan a ser peones.
viernes, 22 de octubre de 2010
¡Que vengan!
Puedo verlo en vuestros ojos.
Devorándoos.
Ahogándoos.
Dándoos el último impulso de vida.
Os habéis convertido en ratas que deambulan por una ciudad derruida. Mordéis todo cuanto está a vuestro alcance para escapar de los felinos y ni os paráis a pensar que vuestros dientes están malditos. Sois una plaga que avanza en la noche porque tiene miedo al día.
Sois unos cobardes.
Pero habéis de saber que el dolor que os consume no os convierte en originales.
Qué sólo sois la enésima copia de una copia.
Una mierda a la izquierda.
Un día os volveréis caníbales y no habrá suficiente carne para todos.
________________________________________
Dedicado a los parásitos que intentan entrar en esta fortaleza de luz para robarnos las ganas de sonreír.
No vais a conseguirlo, no vais a derrotarnos.
Somos más fuertes.
viernes, 8 de octubre de 2010
Memorias de un Héroe Caído V: Noche de Luna Hueca
lunes, 4 de octubre de 2010
Memorias de un Héroe Caído IV: Determinación
Detente. Detenlo. ¡Salva el mundo! o deja que arda.
«Para que siempre recuerdes quién eres...»
domingo, 3 de octubre de 2010
Memorias de un Héroe Caído III: Requiem por un Ángel Guardián
Tañen las campanas de cristal, y el órgano entona un profundo lamento. Grises figuras se reunen en torno a un macabro desfile. Los porteadores realizan, impasibles, su triste peregrinaje.
«¿Por qué has tenido que irte? Teníamos un trato, yo te necesitaba... no podías morirte, no estaba contemplado en el contrato ¡Maldita sea!¡Has hecho trampas!»
«Tú debías cerrar el círculo... debías ser mi seguro contra los errores que nunca pasan. Quizás mi protección es una tarea demasiado dura. Quizás no tuviste elección. Quizás fue un accidente. Quizás debería llorar tu muerte...»
Las campanas cuentan una historia de cielos en llamas. El órgano acelera su jadeo. La música comienza a excitarse.
«Pero incluso los pilares más resistentes terminan por quebrar. Incluso los que no pueden caer... y tú ya no estabas allí para sujetarlos... y yo no supe hacer nada para evitarlo.»